Cómo el coronavirus destronó a la barra de labios y cambiará nuestra manera de maquillarnos
El efecto lipstick o el aumento en las ventas de labiales en tiempos de crisis parece haber llegado a su fin
Aunque nunca se aceptó como teoría económica fiable, el efecto pintalabios, acuñado por Leonard Lauder, parece ser que cambia el foco. Los labios pierden protagonismo en la actual crisis del coronavirus a favor de otra parte de nuestro rostro. Las videollamadas y las mascarillas son las responsables que harán que cambiemos nuestra forma de maquillarnos.
El efecto lipstick, considerado como indicador económico, es el fenómeno según el cual, en tiempos de crisis, los consumidores optamos por dejar de comprar artículos de lujo pero a cambio gastamos el dinero en pequeños objetos que alimentan muestra autoestima, como un lápiz de labios. No compramos un vestido de un diseñador ni un bolso de lujo, pero sí pintalabios o un perfume de esa marca aspiracional que nos dotará de algo de su exclusividad. Un efecto que muchos estudios ponen en duda (en épocas de bonanza se venden aún más labiales) pero que quedó asentado tras la crisis de 2001. Desde la compañía cosmética Estée Lauder aseguraban haber doblado las ventas de barras de labios a partir de los atentados del 11-S.
MAQUILLARSE COMO GESTO DE AUTOESTIMA
La teoría psicológica que apoya este fenómeno es que las mujeres, ante una situación de reducción de ingresos o de amenaza de ello, organizan sus gastos de manera más estratégica. En concreto, invierten en aquello que puede asegurar de alguna manera su continuidad laboral. Entonces apuestan por mantener un buen aspecto a través del maquillaje. Afortunadamente recientes estudios dejan atrás la teoría que sostenía que las mujeres gastaban en productos de belleza en tiempos de crisis para atraer la atención de hombres con recursos. Ahora, el gesto de maquillarse está motivado por una serie de decisiones personales dirigidas a la autonomía económica y a la autoestima emocional. En definitiva, en gustarnos más para ganar seguridad y confianza.
Pues bien, con la actual crisis sanitaria, y las posibles consecuencias económicas, las compras de belleza no se han paralizado, incluso, aseguran en The Business of Fashion, han aumentado en Estados Unidos. Una de las razones es la distribución que aseguran los e-commerces de las grandes plataformas online y otra es el efecto, podríamos llamarlo, "buena cara". Apunta la publicación, que la barra de labios está perdiendo liderazgo en los carritos de la compra virtuales y ya hay sold outs en productos que embellecen la parte superior del rostro. Uno de ellos: las pestañas postizas Witches and Wizards de Elegant Lashes.