Los mejores tratamientos cosmetológicos para cada tipo de piel
Piel normal
Casi ninguna persona tiene piel normal, pero a grandes rasgos se puede decir que se trata de pieles que no tienen grandes problemas de piel.
Estas pieles necesitan de un facial clásico que se compone por limpieza con leche de limpieza, exfoliación y humectación con una crema para todo tipo de pieles.
Piel seca
Esta piel necesita agua, y suele tener problemas con la exfoliación. Los peelings que se pueden emplear son los enzimáticos ya que proporcionan excelentes resultados sin resecar la piel. Los tratamientos faciales de oxígeno son otra excelente opción, ya que ayudan a mejorar la circulación y a mantener la piel hidratada. También puede optar por máscaras faciales con antioxidantes de DMAE, con un buen serum facial aplicado antes para aumentar la nivel de absorción.
Piel grasa
En estos casos los peelings químicos más potentes que los enzimáticos, como son los de ácido salicílico, mandélico o glicólico. También son necesarias las extracciones d ecomedones, microdermabrasión, mascarillas de arcilla y terapia con láser o luz pulsada. Los tratamientos con corriente galvánica también son efectivos para tratar la piel grasa.
Piel mixta
En este caso hay que tratar las áreas problemáticas por separado. Los peelings químicos son idóneos, al igual que la terapia de luz LED para los poros dilatados. También es recomendable la microdermabrasión y siempre al culminar el tratamiento, una mascarilla hidratante.
Piel sensible o reactiva
Los mejores tratamientos para la piel sensible emplean productos hipoalergénicos, sin fragancias ni irritantes. Los peelings sólo pueden ser los enzimáticos ya que son los más delicados, y siempre después hay que poner una mascarilla calmante que reduce el enrojecimiento. Las máscaras faciales cremosas con extracto de camomila, coco o extracto de árnica son las indicadas.
Piel propensa al acné
Una limpieza profunda es una imprescindible, y las máscaras de arcilla pueden ayudar a extraer las impurezas de la piel. Las exfoliaciones químicas y la microdermabrasión también son efectivas, pero las opciones más adecuadas para tratar el acné son la terapia de luz azul, junto con la terapia de energía de calor (LHE) y luz pulsada.