Por qué un bronceado sano y bonito estiliza tu figura
Por qué un bronceado sano y bonito estiliza tu figura
Y tonifica (ópticamente) tu piel. Sobre las bondades estéticas que tiene broncearse con cabeza
“Un buen bronceado puedo hacer que parezcas hasta cuatro kilos más delgada". Esta frase, pronunciada por Jimmy Coco –responsable del buen color que lucen los ángeles de Victoria’s Secret, Victoria Beckham y Ariana Grande, entre otras– puede resultar exagerada, pero encierra una gran verdad que todas experimentamos después del verano. Y es que cuando tenemos buen color nos vemos más favorecidas y tenemos la sensación de tener una piel más firme y tonificada. Jimmy, experto en fake tanning, también ha afirmado en otras ocasiones que un tono de piel desigual “no favorece y nos hace aparentar algún kilo de más”, mientras que un buen color promueve una apariencia más joven y hasta “disimula la celulitis".Pero claro, todo ello siempre y cuando hablemos de un bronceado comedido y sano, conseguido a base de exposiciones solares controladas y con fotoprotección (sí, lo dicen los dermatólogos, el protector solar es el cosmético número 1). De lo contrario el resultado puede resultar poco o nada favorecedor (por no hablar de las tremendas consecuencias que el sol sin protección tiene en nuestra piel). “Una piel bronceada es sinónimo de una piel agredida que se defiende de esa agresión. Una piel roja es una piel agredida (quemada) que se defiende mal de esa agresión”, afirma el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
Por qué es justo y necesario que conozcas las claves del bronceado healthy (que, además, estilizará tu figura), hablamos con tres expertos en la materia para resumirlas así:
¿Por qué cuando estamos bronceadas nuestra piel parece estar más firme?
Simplemente se trata de un efecto óptico (¡pero qué efecto!), pero la realidad es que cuando nuestra piel está ligeramente bronceada parece estar más firme. La explicación es sencilla: al tener un color uniforme de piel se disimulan varículas e irregularidades. ¿Resultado? Nos vemos más estilizada y tonificadas y, tal y como confirma el IV Estudio CinfaSalud avalado por la Academia Española de Dermatología y Venerología, "más guapas", tal y como afirmó el 66,3% de las encuestadas. Eso sí, tal y como advierte Sánchez Viera, este efecto óptico puede tener lugar "cuando la piel todavía es joven y se han tomado unas medidas preventivas desde el principio”.
Pero cuidado, no te excedas
De la misma manera que confirmamos que un color comedido y uniforme estiliza, también insistimos en otra idea fundamental en la que profundiza la doctora Adriana Ribé de RIBE CLINIC: el exceso de sol provoca, amén de manchas y deshidratación, flacidez por degradación de colágeno. A lo que Sánchez Viera añade: “A igual edad cronológica, una piel más dañada por el sol será una piel más flácida y envejecida”. ¿Solución? Tener paciencia bajo el sol, protegerse de forma correcta y llegar al color deseado “poco a poco”. Y es quecuando fotoprotegemos nuestra piel conseguimos que el colágeno y las fibras elásticas no se vean dañadas y, por tanto, no afecte a la tonificidad de nuestra piel.
¿Si uso una fotoprotección alta tardaré más tiempo en broncearme?
La respuesta es rotunda: sí, el bronceado se producirá más lentamente y necesitarás más horas para conseguir el mismo bronceado que consiguirías sin fotoprotección. Pero, por favor, sigue leyendo, porque no hay discusión respecto a la necesidad de usar fotoprotección. Y es que, tal y como nos explica la doctora Ribé, aunque tardemos más tiempo en ver el bronceado, no vamos a tener una fase inicial de eritema (rojez) y, además, “conseguiremos un color más bonito, uniforme y duradero con mayor calidad de piel, menos seca y arrugada”.
Usar un SPF alto para poder estar más tiempo bajo el sol
Aunque la elección del SPF depende de nuestro fototipo, influye también de forma importante el tiempo que vas a estar bajo el sol. “Cuando más alto sea el SPF, más tiempo se podrá estar al sol sin que éste llegue a perjudicarnos”, explica el director de Instituto de Dermatología Integral. “Por ejemplo, si una persona con fototipo de piel claro tarda cinco minutos en quemarse a las doce del mediodía, con un factor SPF 30 tardará 150 minutos en quemarse a esa misma hora, lugar y en las mismas condiciones climáticas”.
¿Cómo escoger el SPF de mi crema solar sin volverme loca?
Teniendo en cuenta esta regla: incluso las pieles oscuras tienen que usar un protector solar con índice alto, “como mínimo 30”, explica la experta de RIBE CLINIC. Aunque lo recomendable durante los primeros días de exposición, incluso en estas pieles más oscuras, es un SPF de 50. Y recuerda: para las claras o con antecedentes en cáncer de piel se recomienda mantener un SPF de 50 durante todo el verano.
Por qué no debes relajarte en los últimos días de verano
Si tienes una piel que se broncea adecuadamente y no te expones al sol en las horas centrales del día (el archiconocido tramo horario que va desde las 12:30 a las 16:30) puedes disminuir progresivamente el fotoprotector hasta un índice 30, pero nunca por debajo de él. Es la única manera de tener un bronceado sano que favorezca una piel hidratada, firme, joven y sin daño celular.
Y después: mascarillas frías y cremas antioxidantes
“Después de la exposición solar hay que hidratar muy bien la piel. Son muy buenas las mascarillas frías post-solares para calmar la piel, equilibrarla y descongestionarla después de tomar el sol. Y para realzar el bronceado usa productos específicos para después del sol. Deben ser ricos en antioxidantes y que aporten luminosidad”. Palabra de Carmen Navarro.