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El Sr. Armani cambió las cosas en el espacio Via Bergognone, reconfigurando su pasarela a un formato redondo. En el suelo había un mapa de Milán. Estábamos sentados por su noreste, cerca de Lambrate. Mientras tanto, invitados famosos como Roberto Baggio, que todavía lucía «The Divine Ponytail», y el hermano tecnológico de White Lotus, Ethan, Will Sharpe, estaban cerca de Cagnola.

Nuestro capitán de hoy no necesitaba presentación. Las gorras permanecieron en su lugar mientras se establecía el tema de la colección con una serie de looks que presentaban prendas de abrigo, monos y trajes con forro de piel sintética en una combinación de Príncipe de Gales y pata de gallo. Los suministros para el vuelo estaban guardados en hermosas bolsas de lona de cuero. Las modelos llevaban botines gruesos a los que se adjuntaron monederos. La silueta se mantuvo constante, pero los bombarderos de cachemira y un chándal rasurado en espiga trajeron el dialecto de estilo adelante en el tiempo. Algunos estilos de cuero con arneses agregaron un toque embriagador de turbulencia.

Después de un interesante interludio de EA7, con zapatillas de deporte especialmente excelentes y chaquetas y pantalones de plumas en un acabado burdeos brillante y desgastado, Armani se inclinó hacia el color. Probablemente esto se esté dejando llevar un poco, pero su progresión fue similar a lo que verá por la ventana si se dirige a Linate desde Londres al final de la tarde: una progresión otoñal de rojizos albaricoque estalla brevemente en rosas y púrpuras antes caímos en la negrura de la tinta, una larga sección de ropa de noche, a veces salpicada por el destello de lentejuelas y cristales de la luz de las estrellas.