La edad dorada de la minifalda pasó a mejor vida. Se acabó machacarnos con horas de gimnasio (a lo Gwyneth Paltrow) para lucir unas piernas torneadas bajo una falda escuetísima. Este invierno la prenda femenina por excelencia se alarga hasta los tobillos para encontrar una nueva estética, a ratos bohemia, a ratos sofisticada, pero sobre todo, cómoda y cálida.

De entre toda la variedad de faldas, nos quedamos con tres siluetas muy concretas. Para empezar, aquellas dotadas de mucho vuelo, que nos proporcionan la clave de un look relajado y muy neoyorquino; para continuar, las rectas o de corte sirena, que buscan la sofisticación con mayúsculas; y para terminar, las que se aligeran gracias a tejidos finísmos, como el tul, la gasa y la muselina. No te pierdas nuestra selección de faldas largas para afrontar el duro invierno que se avecina.

Artículo por: Cecilia Casero, www.elle.es


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