Los implantes de senos se han venido realizando desde la década del sesenta, hoy en día con los avances en tecnología y la cantidad de información disponible acerca del tema el riesgo de sufrir complicaciones es cada vez menor. Estudios recientes han comprobado que el tener implantes de silicona no altera la fertilidad, ni la lactancia en los momentos del embarazo.
Al tomar la decisión de someterse a este procedimiento es importante discutir con su cirujano las diferentes vías de implantación, la forma y el tipo de implante que le convendría más de acuerdo a su cuerpo y a sus necesidades. El implante de silicona es el más utilizado en el mercado puesto que su textura es mucho más parecida a la de un seno natural. Es recomendable informarse bien y no dejar dudas o aspectos fuera de discusión, así como elegir un cirujano de primera con experiencia y certificación.
Un aumento de senos renueva la confianza en quien no se siente satisfecha con la forma y volumen de su busto. La mujer busca sentirse bien consigo misma y el resultado de la operación brinda un efecto positivo a nivel emocional y fisico. El riesgo es caer en una conducta repetitiva, y querer seguir cambiando su cuerpo cada vez más, pues esto conlleva a poner en riesgo su salud y estabilidad mental.
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Fotografia: Sports Illustrated