Un estudio realizado en Francia reveló lo contrario. El profesor Jean-Denis Rouillon de la Universidad de Besançon, en Francia, después de estudiar durante 15 años la anatomía de 330 mujeres llegó a la conclusión que el uso del brassiere es una “falsa necesidad”.
¿La razón? El estudio reveló que las mujeres que no habían usado la prenda tenían los senos más firmes y eran menos propensas a sufrir dolores de espalda. “Médica, psicológica y anatómicamente el busto no obtiene ningún beneficio”, aseguró.
El científico, armado con una regla y un calibrador halló una diferencia de 7 milímetros en la altura de los
senos de las mujeres que habían usado brassiere y las que no, encontrando un mejor resultado en el segundo grupo, afirmando, además que la prenda volvía al músculo dependiente de su sostenimiento y que las mujeres que lo usaban después de la menopausia tenían mayores probabilidades de padecer cáncer de seno.
Esta investigación abre el interrogante acerca de los riesgos y beneficios de usar brassiere como prenda íntima diaria. Mientras tanto, la eficacia de su uso aún continúa siendo un misterio, o, tal vez, una creencia costumbrista.
Fuente: revistafucsia.com