Vestido mágicos, casi eternos. Llenos de sencillez y pensados para una novia especial, esa que solo es capaz de visualizar su gran día en medio de la naturaleza; como si todo formara parte de un ciclo fluído y perfecto. Coronas de flores, sombreros de fibra decorados con tul, buquets románticos... Esencia natural y de tintes campestres. Una novia que parece conducirnos de la mano a un bosque secreto; tan enigmática como chic.
Fuente: vogue.es