"La verdad es que no me importa mucho [el sexo del bebé]. Lo único que me gustaría es que naciera ya porque me voy pronto de vacaciones", espetó Isabel II a una pequeña escolar que le preguntó si prefería que el bebé fuera niño o niña.
Según se conoció recientemente, el primogénito de los duques de Cambridge podría nacer a finales de esta semana, sin embargo, Isabel II reveló que por el momento "no hay signos" de ello.
Así las cosas, la lujosa sala de maternidad del hospital St. Mary de Londres aguarda ya a su ilustre paciente, quien podrá disfrutar en ella de toda clase de comodidades: televisión por satélite, Wi-Fi, radio, un sillón reclinable, lujosos artículos de tocador y por supuesto, ramos de flores frescas que irán cambiándose diariamente.
Fuente: elespectador.com; Fotografía de bekia.es