La belleza externa se ve influenciada por los síntomas internos, por eso para sentirte mejor contigo misma presta atención.
• Reduce el consumo de sal en tu dieta. Evita el salero y trata de aderezar con hierbas y especias. Cuando el organismo consume sal en exceso, ésta no se elimina hasta después de 24 horas, por lo menos.
• Acompaña tu comida con una taza de té caliente.- Tu estómago digiere mejor las comidas, además de ser un diurético que elimina perfectamente los líquidos retenidos.
• Evita los alimentos pre cocidos.- Por su alto contenido en sodio, evita al máximo las papas fritas y alimentos enlatados. Si no los encuentras frescos opta por congelados. En cuanto a embutidos reduce su consumo. Busca en el mercado una gran variedad de estos productos en presentaciones “bajas en sal”.
• Consume alimentos ricos en potasio.- Son un excelente recurso para balancear los niveles de líquidos existentes en tu organismo. Consume frutas y verduras las cuales poseen estas características.
• El ejercicio no puede faltar.- Hacer ejercicio de forma habitual (ciclismo, natación, carrera o caminata) ayuda a mantener el balance de los fluidos y a mantener tonificados tus músculos.
• Cuida tu postura sentada. Tener el hábito de cruzar las piernas estando sentada, es contraindicado por los especialistas, ya que esta posición no permite la circulación adecuada en las piernas. Cuando llegues a tu casa trata de poner las piernas en alto y descansa, ¡sentirás la diferencia!
• Si puedes, date masaje de drenaje linfático de vez en cuando.- Este hace llegar a las zonas linfáticas sanas el exceso de líquido acumulado, por medio de suaves masajes y vibraciones, además te ayuda a mejorar la circulación, várices y celulitis.
Recuerda, si la retención es constante, tu cuerpo te puede estar avisando de algún otro problema o afección, de ser así, ¡no lo dudes y consulta al médico inmediatamente!