"Los trajes de baño de competición Speedo que lucí en la película eran mucho más pequeños que las braguitas de bikini que me dieron para broncearme, por lo que tuve que meter parte del bañador entre mis nalgas para obtener un auténtico moreno brasileño. Reconozco que me sentí como si me estuviera bañando en sirope de arce. Fue realmente asqueroso", aseguró el carismático artista al diario The Sun.

El bronceado que lucía Matt Damon era tan exagerado, que incluso su esposa, la modelo Luciana Barroso, se mostró extremadamente preocupada. "Después de verme, mi mujer me dijo algo así como: '¿Qué narices ha pasado con tu cola?'", bromeó.

A pesar de la incomodidad inicial, Damon acabó tan encantado con el resultado obtenido en su piel, que le propuso a Steven Soderbergh -director del filme- rodar una escena en la que pudiera lucir ante el público su inolvidable bronceado.

"En el estacionamiento del estudio le expliqué [a Steven] lo que me había costado obtener mi moreno brasileño y que, sin embargo, no se mostraba íntegro en ninguna escena de la película. Steven me dijo: 'Estaría genial que apareciera. ¿Qué te parecería si dejas caer la bata para meterte en la cama y así se pueda ver tu trasero?'. Steve se me quedó mirando un rato y de pronto dijo que ya sabía dónde iba a poner la cámara. Estoy muy orgulloso de esa escena porque en principio no iba a pasar el corte. Además, mi trasero no aparece nítido en la pantalla, ya que el enfoque está centrado en Michael", comentó el actor.

Fuente: elespectador.com; Fotografía de pacshores.worpress.com